electrólisis salina
Ha llegado la hora del cambio
El agua salina generada por la electrólisis salina inhibe la formación de bacterias y algas, actuando sobre la piel del bañista como un suave antiséptico natural. Su baja concentración salina, similar a la del cuerpo humano e inferior a la lágrima del ojo, evita los trastornos oculares y dermatológicos producidos por el sistema tradicional. Estas ventajas para la salud se deben a que las cloraminas, resultantes de la reacción de las aminas que se forman por contaminación de los bañistas (sudor, secreciones, aceites solares…) con el hipoclorito sódico, son destruidas continuamente en la potente célula del electrolizador en todos los periodos de funcionamiento, varias horas al día.
Alternativa natural
En los sistemas de tratamiento tradicional esto no ocurre así; las cloraminas, junto con los residuos de los isocianuros que se adicionan al cloro para conservarlo, son las causantes de la irritación de la piel y los ojos y del desagradable olor químico del agua. Además, los componentes perjudiciales (isocianuros, conservantes) presentes en los sistemas tradicionales de cloración van acumulándose residualmente en el vaso de la piscina.
electrólisis salina
En los últimos años, la instalación de equipos de electrolisis salina ha experimentado un importante auge en instalaciones hoteleras y comunidades de propietarios.
Esto ha sido posible principalmente a la evolución y mejora que estos equipos han tenido, ya que antes sólo eran fiables en piscinas residenciales, no obstante hay detalles de la electrolisis salina que se deberían de saber para evitar posteriores mal entendidos.
En primer lugar, el único producto que se deja de comprar, porque se fabrica por la máquina que se instala, es el Hipoclorito Sódico, la piscina sigue necesitando que se ajuste el PH del agua ya que sin ese ajuste el Hipoclorito fabricado no es efectivo. Además, el Hipoclorito es un desinfectante que no actúa sobre todas las bacterias y algas que se producen en el agua, por lo que es necesario la utilización de un Algicida que complemente su acción, también puntualmente será necesaria la acción de un Floculante como apoyo a la filtración.
Es por ello que debemos desechar la idea de que la electrolisis salina elimina los costes de mantenimiento de una piscina.
Otro tema importante son los costes de mantenimiento del propio equipo. Como comentamos en el párrafo anterior, nos ahorramos la compra del Hipoclorito, producto que se produce en una célula de titanio que supone el 50% del precio del aparato y que tiene una vida expresada en horas de trabajo. Estas horas casi nunca se ajustan a las ofrecidas por el fabricante, teniendo una duración media entre tres y cuatro años momento en el que habrá que cambiarla, teniendo que desembolsar de una sola vez un importe elevado.
En este apartado es muy importante dimensionar correctamente el equipo a instalar, ya que un equipo con mayor producción permite menos horas de funcionamiento y por lo tanto mayor vida de la célula.
Dimensionar correctamente un equipo de electrolisis es vital. La producción de cada equipo viene expresada en gramos a la hora, si tenemos en cuenta que el Hipoclorito Sódico tiene una concentración de 150 gramos por litro, un equipo que produzca 150 gramos a la hora producirá un litro de hipoclorito en ese periodo de tiempo.
Recordemos entonces, si se pone un equipo que produzca 75 gramos hora tendrá que trabajar el doble que el equipo que produce 150 gramos, con la consiguiente repercusión en la vida de la célula.